miércoles, 21 de noviembre de 2007

PLAN EJECUTIVO DE MEJORAMIENTO INSTITUCIONAL 2008 - 2011

INTRODUCCION

Sin lugar a dudas la educación superior y las universidades de todo el mundo se encuentran en una etapa histórica de grandes cambios que es necesario tener en cuenta al momento de intentar resolver los grandes desafíos que ello involucra. Además, siendo fieles a su misión, deben tenerlos en cuenta puesto que, de esta manera, no solo podrán anticiparse a las exigencias del futuro, sino que le permitirán constituirse en guías de devenir político, social, cultural, científico y tecnológico. Entre estos cambios podemos destacar:

Revolución del conocimiento

Un incesante incremento del conocimiento, unido al incesante desarrollo tecnológico ha transformado, en elementos estratégicos de vital importancia, a la generación de nuevas ideas y a la educación para los países. En el 1900 el conocimiento demoraba 250 años en duplicarse, en 1950 era de 50 y en el 2000 sólo se demoraba 5 años.

La revolución de las comunicaciones y la globalización

Surge un nuevo lenguaje: audiovisual, las TICs a la vez instrumento y portadoras de nuevas formas de pensar y trabajar. La interdependencia económica de las naciones ha generado el fenómeno de «globalización», que se caracteriza por la alta movilidad de personas, capitales e información, junto con la creación de bloques continentales sin fronteras entre las diferentes naciones que los integran. Cada vez se requiere más la necesidad de un lenguaje común.

Una nueva cultura

Una cultura llamada de la «post modernidad», caracterizada por su individualismo, la pérdida del sentido existencial, una moral libertaria y relativista frente a la vida, la falta de solidaridad hacia los miembros más débiles de la sociedad, y un pensamiento escéptico con respecto a la posibilidad de alcanzar verdades superiores.

Profundidad de los cambios

Se alteran la forma de ser de las personas y de la sociedad, hay más complejidad que certidumbre y estabilidad,

Las categorías estructurantes de visión del mundo cambian:

En relación al tiempo: a la tradición se opone el proyecto, la permanencia al cambio, se vive en la inmediatez, se opera a tiempo real.

En relación al espacio: la distancia no constituye lejanía, mundo interconectado; los pueblos se mezclan; cambia la comunidad, se establecen las redes como nuevas relaciones.

Nuevas exigencias de los Estados

En el ámbito de la educación superior, los Estados han revalorizado el papel de la educación superior como herramienta de progreso; la reforma de los objetivos educacionales y, por consiguiente, los contenidos y metodología de los programas de estudio. Una cultura universitaria que se define en términos de una neutralidad moral y no intenta educar con respecto a valores y actitudes. La internacionalización de los estándares de calidad académica.
Nuevas tendencias en la educación universitaria

La actual «revolución del conocimiento», unida a los profundos cambios en las economías nacionales y transnacionales, ha significado para los países líderes dar inicio a un proceso de profundas reflexiones sobre la misión de las universidades. Hoy, como nunca antes en la historia humana, la riqueza o pobreza de las naciones depende de la calidad de la educación superior, esto último es lo que se ha dado en llamar «economías del conocimiento».

Los países enfrentan la «revolución del conocimiento» mediante la creación de sistemas universitarios de mayor tamaño, con el objetivo de acomodar la creciente demanda. Por otra parte, el Estado aporta los recursos, para la generación de conocimiento, mediante fondos concursables. La empresa privada pasó a ser un aliado del Estado, mediante la elaboración de proyectos de investigación en campos científicos y tecnológicos potencialmente rentables, en conjunto con las universidades.

La plena participación de un país en la esfera de las economías del conocimiento supone la presencia de una clase dirigente integrada por personas que, además del saber, poseen ciertas habilidades. Especialmente valorada, por los empleadores, es la autonomía intelectual, adaptabilidad a los cambios, espíritu emprendedor, capacidad de solucionar problemas, trabajar en equipo, comunicación verbal y escrita, hablar un idioma extranjero, capacidad de procesar información, capacidad para continuar aprendiendo toda la vida, entre otras.


La situación de nuestro país

Desde una perspectiva histórica y cultural, la preeminencia del Estado desde el siglo XIX, definen lineamientos de identidad y disposiciones que no apuntan al cambio, emprendimiento e innovación, sino más bien, a la producción de orden y la anteposición de valores comunitarios o jerárquicos, a la autonomía individual. Adicionalmente, el entorno socio-cultural nacional desalienta actitudes que divergen de la forma convencional de enfrentar problemas.





La situación del sistema universitario chileno

Durante las últimas dos décadas nuestro país ha estructurado un sistema de educación superior considerablemente más amplio y diversificado que el tradicional, pero la expansión y diversificación se ha hecho a expensas de un deterioro de la calidad académica.

El sistema universitario chileno muestra una serie de carencias propias, entre ellas destacan las dificultades financieras, un cuerpo académico con baja cantidad de docentes postgraduados, una infraestructura física de mala calidad, y una gestión académica ineficiente.

Los proyectos educativos de las universidades chilenas están fundamentalmente centrados en la capacitación profesional.

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